FEDERICO PIZARRO, UN GLADIADOR QUE LE DICE ADIÓS A LA SELECCIÓN
El oriundo de Lanús, surgido en Sedalo, cerró su ciclo con la camiseta argentina luego de más de 15 años en los que consiguió objetivos estelares como cuatro participaciones seguidas en Juegos Olímpicos.
“Estoy feliz por poder haber sido parte durante todos estos años de la Selección Argentina y de todo lo que conseguimos en los últimos 15 años, así que más no puedo pedir”, señaló el experimentado Federico Pizarro, quien cerró su ciclo con la camiseta albiceleste tras una extensa carrera que tuvo su punto final en París, en plenos Juegos Olímpicos.
El baluarte de los Gladiadores, tal como se conoce a la plantilla nacional del handball masculino, mostró su fastidio por la eliminación rápida en la cita ecuménica, pero, superado el momento, puso el foco en sus sensaciones particulares y la relevancia de un rendimiento con picos de muy alto nivel junto a varios de sus compañeros que confeccionaron una época dorada en la disciplina.
Por eso el nacido en Lanús y surgido en Sedalo resaltó la trascendencia de un trayecto que brindó un salto de calidad, pues, justamente, bajo su órbita se estableció el mote que hoy los identifica.
“La verdad que más no puedo pedir. Creo que le dí todo lo que tenía a la Selección. Dejé todo lo que tenía por esta camiseta”, afirmó el hombre de 37 años, que disfruta de lo que implicó estar ligado a una etapa única en la especialidad.
Es que Argentina lleva cuatro participaciones olímpicas consecutivas, cuando antes de Londres 2012 nunca se había llegado a esa chance. Y, luego tocó Río de Janeiro 2016, y Tokio 2020, hasta este París 2024 que tanto Pizarro como otros que dicen adiós, como Diego Simonet o Federico Fernández, confían en que sea espaldarazo para continuar el legado.
¿Cuáles fueron los lauros del lanusense con la Selección? Además de las satisfacciones por la participación olímpica, se sellaron títulos continentales por las medallas de oro obtenidas en los Juegos Panamericanos en Guadalajara, en 2011, en Lima en 2019 y en Santiago de Chile en 2023, además de la presea de plata en Río de Janeiro en 2007, previo al ciclo estelar, y en Toronto 2015.
Por lo pronto, el apellido Pizarro seguirá estando asociado a Argentina un tiempo más, pues el que continúa jugando es Ignacio, el hermano menor, que será uno de los hombres de mayor experiencia que se mantenga en la estructura, cobijando a los jóvenes cuando empiece la transición rumbo al próximo ciclo olímpico hacia Los Angeles en 2028.
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