Los amigos del fotógrafo oriundo de Lanús fue herido de gravedad en el Congreso se expresaron y confían en la recuperación.
Durante la masiva movilización en el Congreso que terminó con represión por parte de la Polícia fue herido de gravedad el fotógrafo Pablo Grillo, oriundo de Lanús, a quien debieron operar de urgencia en el Hospital Ramos Mejía. Así, permanece en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El hombre de 35 años sufrió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza, lo que le provocó un traumatismo grave, fracturas múltiples y pérdida de masa encefálica.
Los médicos lograron bajar la presión intracraneal y reconstruir parte del tejido dañado. Aún así, su estado sigue siendo delicado y los próximos días serán clave para su evolución.
Quien habló fue uno de sus amigos, Diego, que recalcó que están “esperanzados, rezando y esperando que pueda evolucionar”.
Sobre cómo se enteró de la agresión, en declaraciones televisivas, contó: “Yo hace tres años que ya no miro televisión, me dedico a escuchar la radio y nada más. Me enteré porque me llegaron mensajes de amigas y amigos en el mismo grupo de WhatsApp. Ahí empezamos a correr la bola y me fui enterando. No lo podía creer, no lo puedo creer. No caigo”.
El joven, que fue al establecimiento sanitario con la camiseta de Talleres de Remedios de Escalada, desde donde ambos son oriundos, dejó en claro que aún “esperan novedades” y clarificó: “Lo operaron y digo que tengo esperanzas porque le respondieron las pupilas. Antes de eso habían dicho que tenía muerte cerebral, pero si responden las pupilas hay esperanzas”.
“Sabemos que esto es un milagro que va a ocurrir. Hay que tener fe y rezar”, dijo con sentido dolor por el delicado momento del fotógrafo.
Y cerró: “Pablo tiene a su papá, su mamá, su hermano y su sobrina. Vive con los padres y es una persona humilde y trabajadora. Vive en Remedios de Escalada, zona sur, como yo. Es una persona sencilla, humilde, buena persona. Excelente persona”.