Se desarrollaron mejoras integrales, entre ellas en paredones y flamantes luminarias. Allí habían ocurrido robos que generaban preocupación en los vecinos.
El Cementerio Municipal de Lanús fue escenario de distintas reformas integrales para mejorar la seguridad y la infraestructura del espacio.
En ese marco, el intendente Julián Álvarez supervisó la reparación del muro exterior y revisó los trabajos de limpieza que permitieron erradicar el basural histórico lindero al paredón.
“El objetivo es que ese foco infeccioso no esté más. Además, es el basural más viejo de Lanús porque cuando converso sobre el tema con los vecinos de la zona me hablan de la década del ’60”, remarcó el jefe comunal.
Entre las labores finalizadas se levantaron paredes de hormigón y se instaló cableado nuevo.
Además, se hizo mantenimiento en los aires acondicionados junto a la reparación y renovación total de los servicios de gas, agua y electricidad.
Las obras también incluyeron la impermeabilización de techos y el recambio de 300 metros de tendido del cableado trifásico situado en el ingreso al predio.
A su vez, se reinstalaron luminarias y se colocó una térmica de seguridad junto a la incorporación de 11 cámaras de vigilancia.
Estos trabajos se realizan tras varios hechos delictivos que ocurrieron tanto en las inmediaciones como en el propio establecimiento, incluso con el robo de pertenencias a visitantes y guardias de la zona.