El Club El Porvenir sigue en el centro de la polémica luego de denunciar públicamente actos de violencia e intimidación hacia la comisión directiva, sumado a lo que consideraron un trato discriminatorio por parte del Municipio de Lanús. En un comunicado emitido hoy por la institución, denunciaron que el portón de ingreso del club tenía pintadas de amenazas de muerte en contra del presidente Enrique Merelas. 

Según el escrito, los responsables de estos actos serían personas que llevan años hostigando a través de redes sociales y organizando reuniones clandestinas “para provocar al presidente, muchas veces para golpearlo” y también “difamando, injuriando y calumniando a todos los que voluntariamente trabajan por amor y pasión a la Institución”. 

Además, afirmaron que estas acciones han sido planeadas en transmisiones en vivo de partidos del equipo cuando juega de visitante, utilizando estas instancias para difundir mentiras y promover odio.

El trasfondo político: denuncia penal contra el intendente Julián Álvarez

El conflicto institucional no se limita a las amenazas. Recientemente, el club presentó una denuncia penal contra el intendente de Lanús, Julián Álvarez, por presuntos actos de discriminación y abuso de autoridad.

Tal como lo indican las autoridades del club, se los ha excluido de manera deliberada del programa municipal “Clubes en Marcha”, que desde su implementación ha destinado 600 millones de pesos para refaccionar instalaciones de más de 120 clubes barriales.

 Sin embargo, El Porvenir sostiene que no ha recibido apoyo alguno pese a su relevancia histórica y comunitaria.

“Nos han marginado sistemáticamente de los beneficios que este programa ofrece, algo que refleja el trato desigual y discriminatorio que venimos padeciendo”, expresó la institución, bajo la firma del presidente Enrique Merelas.

Además, criticó la falta de subsidios para reparar los destrozos causados por el temporal de diciembre de 2023, que afectó severamente sus instalaciones.

Por otra parte, en el comunicado oficial, se remarcó la necesidad de terminar con los ataques y amenazas que afectan tanto a la institución como a sus miembros. “El respeto y la seguridad ciudadana tiene que prevalecer por sobre todo y todos. Dejen vivir al Porve, déjenlo latir hasta lo más soñado, dejen de hacernos perder tiempo y dinero ¡Basta! Por favor basta ya”, cierra el parte.