Adquiridas por la gestión de Néstor Grindetti y con Diego Kravetz a la cabeza de la seguridad, hoy el Gobierno local desestimó su uso.
Según el Municipio, es por cuestiones económicas, aunque ya cuentan con las herramientas obtenidas bajo la intendencia anterior. La semana pasada, estás mismas armas, se presentaron en Capital Federal y serán utilizadas por la Policía de la Ciudad.
El uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad es un tema de intenso debate que vuelve al centro de la escena luego de la muerte de un niño de 10 años en Wilde, víctima de un tiroteo entre un policía de civil y motochorros, por lo que la utilización de armas no letales aparece como la alternativa menos riesgosa para la vida humana.
En ese aspecto, el Municipio de Lanús, bajo la administración de Diego Kravetz como intendente interino, fue pionero marcando un puntal elemental en la seguridad pública al adoptar las armas no letales Byrna para sus equipos de Seguridad Ciudadana.
“Sirven cuando no hay un arma de fuego en el medio, por caso puede ser un cuchillo o una persona que puede estar descontrolada. Lo que hace este tipo de armas es reducir al atacante con mucha menos posibilidad de que muera y sin que haya daños a terceros", explicó en su momento el mandatario en la presentación de ese elemento allá por mayo de 2023.
Estas herramientas, que utilizan aire comprimido para disparar proyectiles químicos o cinéticos, están destinadas a reducir la letalidad en situaciones de enfrentamiento, proporcionando una alternativa a las armas de fuego. Pero a pesar de su prometedor inicio, las armas no letales Byrna, puestas en funcionamiento por la gestión de Néstor Grindetti, actualmente no se utilizan bajo la actual gobernación de Julián Álvarez.
A la hora de buscar las causas, desde el Municipio señalan que el principal argumento radica en lo económico, desechando la cuestión política en el tema. Y una de las principales razones esgrimidas por el actual oficialismo sería el costo asociado para su implementación. Aunque eficaces, estas armas requieren una inversión inicial significativa para la adquisición de los dispositivos, aunque un gran número ya fue comprado por la anterior gestión, y la capacitación de los oficiales en su uso, además de los costos de mantenimiento y recarga de los proyectiles.
Desde la administración local señalan que “con los recursos limitados del municipio, es crucial priorizar otros aspectos de la seguridad pública y los servicios comunitarios”. En ese sentido, en lugar de invertir en nuevas tecnologías, “se optó por fortalecer las capacidades existentes, mejorando la formación y el equipamiento de los oficiales con herramientas convencionales”.
La nueva gestión no tiene en cuenta el uso de armas no letales.
En Capital Federal es distinto
En contraposición, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires invierte en las nuevas herramientas de seguridad no letales y presentó las pistolas Byrna como parte de su estrategia de seguridad.
Durante una demostración en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, subrayó las ventajas de estas armas. “Estas armas permiten un rango de alcance más grande, es una escala anterior a utilizar un arma de fuego”, explicó.
500 NUEVAS ARMAS DE BAJA LETALIDAD PARA EQUIPAR A NUESTRA POLICÍA
— Jorge Macri (@jorgemacri) July 12, 2024
Incorporamos pistolas Byrna y Taser, dos tipos de armas de baja letalidad que permiten a los agentes de la @PoliciaCiudadBA actuar ante una amenaza sin poner en riesgo su integridad física ni la del resto de los… pic.twitter.com/w6qBhXiFFt
El ministro de Economía a nivel nacional se metió en la discusión por los servicios locales y puso el foco en el ítem de Seguridad e Higiene, que impactó en el alza de precios en los supermercados del distrito.
Por una resolución del Ministerio de Economía, los distritos no podrán recaudar cobrando las tasas a través de las facturas de luz y gas, medida que afectaría a los ingresos de las administraciones locales.