Se trata de Valentín Carboni, campeón de la Copa América surgido en Club Lafuente. La Joyita, de 19 años, que hizo infantiles en la entidad de Remedios de Escalada e inferiores en Lanús, sorprendió cuando fue incluido en la lista de Leonel Scaloni, y hoy disfruta de la coronación en Estados Unidos.
La Selección Argentina se coronó campeón de la Copa América en Estados Unidos y en el plantel estuvo el joven Valentín Carboni, oriundo de Lanús, que disfrutó en grande de su primera experiencia con la camiseta albiceleste en plano mayor, más allá de haber participado apenas de un puñado de minutos durante la ronda inicial.
La Joyita, de 19 años, sorprendió cuando fue incluido en la lista por parte del entrenador Leonel Scaloni para la competencia en el país norteamericano, pues se preveía que esté a disposición de Javier Mascherano para los Juegos Olímpicos que arrancan en pocos días.
Y, a partir de su lucidez con la pelota y el habitual desparpajo que mostró desde que arrancó en el fútbol de inferiores en Lanús y que actualmente lo evidencian en el fútbol de Italia, recaló en la plantilla y hoy festeja junto a sus compañeros del trofeo conquistado.
Su labor consistió de un cuarto de hora en el choque con Perú, con triunfo incluido por 2 a 0, pero le valió la oportunidad de un momento imborrable que no se olvidará jamás y que lo retrotraen, a su corta edad, a lo que fue su desempeño no sólo en la cantera del Granate, previo a dar el salto a Europa, sino a las categorías infantiles, cuando sorprendía en el Club Lafuente de Remedios de Escalada.
Valentín Carboni 2014-2018
— Club Lafuente TV (@ClubLafuente) July 4, 2024
Video producido entre los años 2014 y 2018, donde disputó en el Club Lafuente de Remedios de Escalada - Lanús - Buenos Aires, la Zona A del torneo de FAFI, Baby Fútbol, Fútbol Infantil. Europibe?!
Video Completo: https://t.co/6lWQhS2uWu pic.twitter.com/w1SpoMbTvH
En esa institución evidenció una jerarquía que no era propia de un niño de apenas 10 o 12 años. Su templanza con el balón, siendo simple en el traslado y con una destreza de un jugador mayor, actualmente son los que le allanan el camino para ser considerado una promesa para la era que se avecina, esa que incluirá a los pibes post Messi.
En la entidad escaladense festejó varios títulos, algo que replicó apenas llegó a Novena en Lanús, siendo eje de una camada de futbolistas que recién está dando sus primeros pasos con el balón de forma profesional.
Pero a él le tocó partir al Viejo Continente de forma intempestiva a partir del trabajo del padre, Ezequiel, también futbolista y de largo derrotero en la región, habiendo sido, por caso, referente dentro de la cancha en el Grana y contado con una chance como entrenador tanto en inferiores como en Primera.
Su oportunidad se dio en Catania, donde también había jugado hace unos años. Allí llevó a sus hijos, tanto Valentín como Franco, aquel consolidándose en Inter, y el otro, defensor, con la chance de volver al país para vestir la camiseta de River.
Pero el volante ya cuenta con el aval de Selección, una marca que podría haberle generado alguna presión, pero que anuló apenas entró a la cancha en los amistosos primero y ya por los puntos después.
El DT no dudó, lo disfrutó en el Mundial sub 20 que se hizo en Argentina el año pasado y lo siguió de cerca para que ahora se acople a la plantilla principal. Y por eso disfruta junto a Messi, Angel Di María y el resto, levantando un trofeo inmenso, ilusionado con sumar más logros en el corto y mediano plazo para extender la mística albiceleste.